Malta y Portugal superan la tasa de los que dejan sus estudios tras la secundaria, según Unesco
Más de 200 millones de niños de los países en desarrollo ni siquiera acaban la primaria
Latinoamérica retrocede respecto a 2008 pese al progreso de países como Guatemala.
España está a la cabeza de países europeos en términos de fracaso
escolar -solo por detrás de Malta y Portugal- y de mala inserción
laboral de sus jóvenes, según los datos recogidos por la Unesco en la
edición 2012 del estudio anual Educación para Todos (EPT),
publicado hoy. Uno de cada tres jóvenes españoles de entre 15 y 24 años
dejaron sus estudios antes de acabar la secundaria, frente a la media
europea, que habla de uno de cada cinco. El estudio recoge el progreso
de los objetivos educativos fijados en Dakar en 2010 y cuya fecha tope
de cumplimiento es 2015.
Para los responsables del informe, las cifras de abandono escolar en
España son "preocupantes" habida cuenta de que se trata de un país
"duramente golpeado" por la crisis y donde el paro juvenil superó el 50 % en marzo de este año.
La falta de competencias profesionales de los jóvenes europeos "les
aboca a desaprovechar su potencial, les hace perder oportunidades de
empleo y les impide ayudar a sus respectivos países a volver a la
prosperidad", señala el estudio, donde se asevera que, en tiempos de
crisis, dotarles de herramientas es "más esencial que nunca".
Los autores del informe constataron que entre 2007 y 2009, las tasas
de paro entre los jóvenes europeos que no habían completado sus estudios
aumentaron ampliamente, a excepción de Alemania, aunque España fue sin
duda "la más afectada" del continente. El estudio recupera además la expresión ninis
(ni tienen trabajo ni lo buscan), al señalar que "al menos un cuarto de
los jóvenes españoles que dejaron sus estudios al acabar el primer
ciclo de enseñanza secundaria y un quinto de los que los abandonaron
después del bachillerato tampoco buscan empleo".
"Crear puestos de trabajo por sí solo no nos
sacará de la crisis. Debemos formar a jóvenes con competencias
profesionales adecuadas"
"Crear puestos de trabajo por si solo no va a ayudarnos a salir de la
crisis", indica el informe, porque "Europa debe formar a jóvenes con
competencias profesionales adecuadas, con experiencia previa y con
capacidad de adaptación a las nuevas tecnologías". Por ello, desde el
organismo se insiste en fomentar las prácticas y pasantías, y en mejorar
la formación profesional como se ha hecho "con gran éxito" en Alemania,
a fin de preparar a los jóvenes para el mundo laboral. El esfuerzo
merece la pena, según los cálculos de la institución, que estima que
cada dólar invertido en educación y en competencias supone un retorno de
10 dólares para la economía del país.
Países en desarrollo
En cuanto a los países en desarrollo, unos 200 millones de jóvenes de
entre 15 y 24 años "ni siquiera" acaban sus estudios primarios, alerta
la Unesco. El organismo destaca la "apremiante necesidad" de invertir
más en educación para dotar a estos jóvenes de competencias que les
permitan acceder a un empleo digno porque más de un 25 % de ellos
"acaban aceptando puestos cuyos salarios los mantienen en el umbral de
la pobreza" (1,25 dólares al día).
El informe revela además que "el ritmo de la ayuda internacional al
sector educativo se está desacelerando" y de hecho, en 2011 los fondos
se redujeron por primera vez. Aunque entre 1999 y 2010 el número de
niños no escolarizados en el mundo descendió de 108 millones a 61, en
los dos últimos años esa cifra "se ha estancado", y en regiones como
África ha vuelto a aumentar, lamentó la directora del informe, Pauline Rose
Además, el informe destaca la urgencia de distribuir de una forma más
adecuada la ayuda internacional a la educación que, en muchos casos, o
bien se dedica a escolarizar a estudiantes extranjeros en los Estados
desarrollados o bien se dirige a los llamados BRICS (Brasil, Rusia,
India, China y Sudáfrica) y no a los países más necesitados. Los 3.100
millones de dólares asignados actualmente a la educación superior de los
países pobres podrían gastarse "con mejor provecho" si se dedicaran a
paliar el déficit de competencias de la juventud necesitada en sus
países de origen. Por ejemplo, con el dinero que se dedica a costear
universidad de un estudiante nepalí en Europa, se podría "dar acceso a
229 jóvenes compatriotas suyos a la enseñanza secundaria en Nepal".
En este sentido, el informe hace hincapié en la meta de que todos los
jóvenes puedan acabar el primer ciclo de enseñanza secundaria, ya que
"es allí donde se adquieren las competencias fundamentales para
encontrar un empleo apropiado", y para ello destacaron que "tanto los
gobiernos como los patrocinadores y el sector privado deben participar
en este esfuerzo financiero".
Latinoamérica
El panorama no es mucho mejor en América Latina. Pocos países de la
región están "en el buen camino" para cumplir con los objetivos
establecidos en 2000 para 2015. El estudio revela que, a pesar de los
"importantes progresos" en la escolarización infantil en la región y
especialmente en países como Guatemala, uno de cada doce jóvenes tan
siquiera ha terminado sus estudios primarios en América Latina y en el
Caribe.
En una región donde casi el 50 % de la población tiene menos de 25
años, ocho millones de jóvenes necesitan "vías alternativas" a fin de
adquirir las competencias que les permitan encontrar un empleo digno,
según el estudio, que este año se centra precisamente en la relación
entre educación y acceso al trabajo. La Unesco considera que, frente a
la situación de hace cuatro años, cuando América Latina y el Caribe sí
estaban bien posicionados, en la actualidad muchos países de la zona se
encuentran de nuevo "muy rezagados".
Hoy en día casi 2,7 millones de niños de la región se encuentran
excluidos de la enseñanza primaria, según este informe, lo cual se
traduce en que en países como Nicaragua "solo el 46 % de los niños de
ese grupo de edad logrará alcanzar el nivel de aprendizaje más
elemental".
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